1.21.2015

Newell’s conquista Europa: la gira de 1949/50. (Parte III/III).

Como expresamos en el informe anterior, Newell’s se había reencontrado con su fútbol en Portugal y atravesaba el mejor momento de la gira europea, imponiendo su jerarquía con autoridad y vapuleando a los rivales sin timidez alguna. Llegaba el último tramo, donde los “herederos de Isaac” conquistarían con su juego el suelo alemán y belga.




El primer desafío fue con el F.C Saarbrücken, de la región del Sarre[1]. Por aquellos años el Saarbrücken era una de las formaciones más poderosas de Europa. Proscripto (por su origen germano) para participar en la Ligue 1 de Francia, el club sólo disputaba partidos y competiciones amistosas con resonantes resultados (3 a 0 al Liverpool, 4 a 0 al Real Madrid, entre otros). Aquel partido frente a Newell’s se vivió como un auténtico choque de estilos. Por un lado la técnica y el virtuosismo sudamericano frente a la táctica rígida y a la velocidad de los teutones. “La presentación de Newell’s hizo caer todos los récords de concurrencia en esta localidad” señalaba un cable noticioso de la Agencia United Press. La igualdad (2 a 2, con goles de Montaño y Benavídez) fue el resultado más justo para un match disputadísimo.
    A partir de ahora se vendría una auténtica maratón de partidos: cinco en ocho días. Un verdadero desafío que los embajadores de Rosario iban sortear con creces gracias al gran trabajo del preparador físico Ricardo Martínez Carbonell. Fueron cinco magníficas victorias para despedirse de Europa con toda la gloria…
    El primer encuentro fue el 18 de febrero en Hamburgo, frente al St. Pauli (ver video). En una cancha abarrotada de espectadores, Newell’s dio una clase magistral de fútbol venciendo por 4 a 1 (Benavídez -2-; Contini y Montaño). Puede observarse en las inéditas imágenes cómo el público sobrepasó la capacidad del estadio, al punto de ubicarse muchísima gente dentro del propio campo, al borde mismo de la raya de cal.
    Tan sólo un día después, en la ciudad de Hannover, el S.V Arminia sería la víctima del gran juego leproso. Pese al cansancio, los pupilos del “Oso” Díaz no tuvieron inconvenientes en triunfar por 4 a 0, con goles de Benavídez (2); Montalbetti y Capella.
    La espectacular expectativa que generaba el equipo rosarino se mudaba ahora a la ciudad de Berlín, para el enfrentamiento entre Newell’s y el Tennis Borussia. Tras un notable primer tiempo, el rojinegro se va al descanso con un 3 a 0 a favor (Benavídez; Montaño y Montalbetti). El cansancio se iba a sentir demasiado en el segundo período, situación que iba a aprovechar el Tennis Borussia para colocarse 3 a 2. El asedio de los locales (empujados por 40.000 berlineses) era cada vez mayor, pero la defensa de Newell’s, comandada por un notable Colman, aguantaría el resultado hasta el final.
    Tres días más tarde, llegaría el turno del rival más difícil en este derrotero por Alemania: el Rot-Weiss. Este conjunto, de la ciudad de Essen, era por aquellos años uno de los mejores teams de Alemania. El ingreso al campo de juego del equipo capitaneado por “Pancho” Lombardo depararía un hecho curioso: los altoparlantes del estadio recibieron a Newell’s con rumbas y sambas. En su afán de homenajear a los jugadores rosarinos, los alemanes no repararon en que aquellos ritmos no eran representativos de Argentina. En un partido más parejo que los anteriores, Newell’s logró imponerse 2 a 0 (Montalbetti y Puisegur) despidiéndose de Alemania.
    Al día siguiente -ya en Bélgica- Newell’s se enfrentaba al seleccionado de la ciudad de Amberes (Entente Anversoise). La delegación había arribado en la madrugada y apenas unos horas después ya estaba disputando otro duelo. Ante 50.000 espectadores el rojinegro -que ya se encontraba al límite de sus fuerzas físicas- venció por 3 a 2 (Benavídez -2- y Contini). De esta manera llegaba a su fin una gira magnífica que mantuvo atento al pueblo leproso y a la ciudad de Rosario toda, que esperaba los diarios vespertinos o alguna noticia por radio para enterarse de la marcha del querido Newell’s.
    Las agencias de noticias, a modo de balance, reflejaron el soberbio desempeño del club rosarino:
En Europa ha causado inmejorable impresión el juego esterilizado [sic] que ha practicado Newell’s Old Boys y muchos comentaristas han dicho que es más brillante que el que realizaran San Lorenzo y Racing. Los rápidos desplazamientos, las combinaciones exactas y ágiles, el ‘dribling’ que se califica de maravilloso, son virtudes estupendas que poseen los jugadores de la casaca roja y negra. Los forwards del equipo argentino han exhibido en su paso por las canchas de Europa una práctica de juego brillante y elegante, como asimismo de una eficacia que se ha reflejado repetidamente en los resultados. Su defensa, por otra parte, ha sido muy sólida y ha tenido en Colman a su mejor integrante, siendo éste uno de los jugadores que más ha llamado la atención del público y los periodistas (United Press, Amberes, 27/02/1950).
    Si bien es cierto que tanto Racing como San Lorenzo también hicieron campañas positivas, la de Newell’s fue la que logró cautivar al público del viejo continente. En total jugó 14 partidos. Ganó 9, empató 3 y perdió 2. De los 3 equipos argentinos fue el que más ganó, el que menos perdió, el que más goles hizo y el que menos recibió. Extraordinarios números que sintetizan semejante proeza.
Tras un viaje de regreso agotador, llegaba el turno de recibir la calurosa bienvenida del pueblo leproso: “Una verdadera multitud esperó ayer en Rosario la llegada de la delegación del Club Newell’s Old Boys que realizó una brillante jira [sic] por distintos países de Europa (El Litoral, 05/03/50).”
    El campeón de la Copa Escobar 1949 volvía a reencontrarse con su gente. Había demasiados motivos para sentirse orgullosos. Nunca antes la ciudad de Rosario se había posicionado en el contexto internacional como aquella vez, siendo nombrada en toda Europa de la mano de su hijo dilecto, Newell’s Old Boys, a través de aquella gira inolvidable…





[1] En 1945, tras la Segunda Guerra Mundial, la ex provincia germana de Sarre se convierte en parte de Francia. Luego, en 1947, este territorio se transforma en un Estado autónomo pero próximo a los intereses de Francia y conocido como “el Protectorado de Sarre”. A partir de ahí podemos aseverar que el 9 de febrero de 1950, Newell’s disputó su encuentro con un equipo francés, en territorio francés. En 1957 la región del Sarre pasaría nuevamente a formar parte del territorio alemán.

El Arribo de Newell's a Alemania.

El plantel leproso.

Programa de un partido.

Nótese el público observando el partido sobre los edificios bombardeados durante la II Guerra Mundial.