3.24.2020

Fútbol y dictadura: ni olvido ni silencio.




Mural en el estadio de Newell's.

Desde siempre, la relación entre fútbol y política fue muy estrecha. En Argentina, uno de los momentos más intensos de ese vínculo se dio durante el Mundial 1978, momento en el que gobernaba la dictadura cívico-militar que había asaltado el poder dos años antes, un 24 de marzo. A pesar de los esfuerzos de los dictadores por mostrar aquel evento deportivo como un éxito nacional, la realidad mostraría como contracara una sociedad quebrada por la censura, la represión ilegal y la masiva violación a los derechos humanos. Como se afirma en la introducción al documental “Mundial 78, la historia paralela”, en esa coyuntura se mezclaron “madres y abuelas que entre gritos de gol buscaban a sus hijos y nietos secuestrados por los militares, víctimas que vieron la fiesta en medio del infierno y héroes que fundaron la gesta deportiva”.



En ese contexto, la memoria social del club recuerda a diversos socios y socias víctimas del terrorismo de Estado. Miriam Moro (24 años, embarazada de tres meses), fue jugadora de hockey de la institución. Se inició en ese deporte en el Club Universitario, pero ni bien surgió el Newell’s Hockey Club, no dudó en pasar a vestir la camiseta de sus amores. Su esposo, Roberto De Vicenzo (24 años) fue parte de la multitud que entró a dar la vuelta en el estadio de Central, aquel glorioso 2 de junio de 1974. De aquel momento épico se llevó una cicatriz, producto de un piedrazo que le rompió el tabique. Ambos militaron en las filas del peronismo y fueron secuestrados el 27.09.1976, aunque en operativos distintos. 
    Junto con Roberto fue secuestrado otro compañero de militancia y de tribuna, Oscar Alfredo Bouvier, de 21 años. El “Gusi” Bouvier participó de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) en el Colegio Dante Alighieri y luego pasó a militar en la JP en los barrios populares. En 2010, los restos de Roberto y Oscar fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Habían sido enterrados como NN en el cementerio de Barrancas. Miriam fue enterrada de manera clandestina en el cementerio de Casilda, pero su cuerpo no pudo ser recuperado.


    César Tabares (33 años), fue un destacado abogado laboralista y dirigente del peronismo santafesino. Ferviente socio e hincha de Newell’s como su padre, Bernardo Tabares, quien fuera vocal de Comisión Directiva en la época de la legendaria Gira Europea leprosa (1949/50). César fue asesor del Ministerio de Gobierno provincial en 1973. Se involucró en causas por los derechos humanos, como la situación de los presos políticos del “Villazo”. A raíz de eso comenzó a ser amenazado por la tristemente célebre “Triple A”. El 06.01.1977 fue secuestrado por la patota de Agustín Feced.


    Armando “Trucha” Giordano (32 años), nació en Cañada de Gómez. La referencia inmediata es el Newell’s Old Boys de dicha ciudad, por lo que su simpatía por la Lepra cuando arribó a Rosario para estudiar abogacía se dio como algo natural. Armando militó en el Socialismo Revolucionario y fue desaparecido en Buenos Aires el 12.01.1977. Leónidas “Noni” Ceruti -leproso y sobreviviente de la dictadura- fue amigo y compañero de Giordano. En una entrevista concedida al sitio ditocdg.blogspot.com, el “Noni” recalca que luego de pasar a la clandestinidad su casa no fue allanada por los militares, lo que evidencia que a pesar de las torturas soportadas el “Trucha” nunca mandó al frente a nadie.


    Oscar Rubén “El Turco” Manzur (27 años) fue secuestrado en su domicilio el 10.08.1976. Estudió medicina mientras militaba en la Juventud Universitaria Peronista (JUP), colaborando también en barrio Las Delicias en tareas sanitarias. Posteriormente fue delegado gremial en el Sanatorio Británico. Fue torturado en el Servicio de Informaciones y hasta hoy continúa desaparecido. Su entrañable amigo y compañero de tribuna, Rubén Chiavazza, lo recuerda como un hincha fervoroso, admirador de la “sangre correntina" de José Orlando Berta en aquel Newell’s de los años 70.


    Eduardo José Toniolli (21 años) fue desaparecido el 09.02.1977. Militó en el Centro de Estudiantes del Colegio Nacional Nro. 1. También fue uno de los miles que presenció el zurdazo de Zanabria en Arroyito. Según consta en la declaración de su esposa Alicia Gutiérrez en el juicio oral y público por los crímenes de lesa humanidad, su compañero le hizo prometer que su hijo iba a ser de Newell’s. Así es que Eduardo Leandro -actual Diputado Nacional- heredó la pasión leprosa. Siendo muy niño, el “Edu” atesoró la camiseta rojinegra como una de las pocas pertenencias que pudo conservar durante el exilio al que se vio obligada su familia, tras el secuestro de su padre.


    Guillermo White Saint Girons (24 años) fue militante de la organización Vanguardia Comunista -donde llevaba adelante actividades barriales- y jugaba al rugby en el equipo de Maristas, aunque su corazón futbolero latía en el Parque Independencia. Fue detenido el 10.2.1977 en la ciudad de Santa Fe y trasladado al centro clandestino "La Calamita", donde fue torturado. Permaneció desaparecido hasta que en 2018 sus restos fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense en el cementerio La Piedad, donde estaba enterrado como NN.

Marisol Pérez (27 años), fue secuestrada por la patota de Feced, el 16.12.1976. Estudiaba en la Escuela de Servicios Sociales (actual carrera de Trabajo Social) y militaba en la Juventud Universitaria Peronista (JUP). Antes de ser desaparecida, pudo dejar a su hijo de meses al resguardo de un matrimonio amigo. Andrés (“Pipa”), fallecido a los 42 años, heredó la pasión leprosa de su mamá. Marisol pasó por el Servicio de Informaciones hasta que fue “trasladada”. Sus restos fueron recuperados en 2018 por el Equipo Argentino de Antropología Forense en un cementerio de La Pampa. Entre sus pasiones se encontraban el teatro, la natación y Newell's.

Daniel “Palito” Gorosito, (22 años), militó en el Peronismo de Base y luego en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Fue secuestrado en los meses previos al golpe de Estado, en el Hospital Provincial de Rosario el 18.01.1976. Pasó por la cárcel de Coronda donde hubo un primer intento de traslado, frustrado por las protestas de los presos políticos y comunes que hicieron sonar latas contra los barrotes de las celdas para proteger a Gorosito. Finalmente, fue trasladado al Servicio de Informaciones en la Ex Jefatura de Policía y hasta el día de hoy continúa desaparecido.

Vicente Cosentini, (47 años), secretario general del Partido Comunista en la provincia de Jujuy. Fue secuestrado el 15 de diciembre de 1976 por el comando radioeléctrico de la policía jujeña. En los años 50 había sido becado por el gobierno provincial, trasladándose hasta Rosario para estudiar Contador Público. En esta ciudad abrazó los colores rojinegros asociándose la institución.

Rafael Bielsa, hermano del Director Técnico, es uno de los tantos sobrevivientes del genocidio. Fue capturado por un grupo de tareas en junio de 1977 y permaneció secuestrado durante casi dos meses en el Centro Clandestino de Detención (CCD) conocido como “La Calamita”, donde fue sistemáticamente torturado. “La Calamita” nos vuelve a remitir al fútbol. El ex comisario Luis Galanzino -entrevistado por el periodista Carlos Del Frade- brindó un testimonio esclarecedor: Osvaldo “Tito” Rodenas (dirigente de Rosario Central), era el dueño de dicho predio. “La Calamita” fue finalmente cedida a los militares (por intermedio del coronel Juvenal Pozzi), tras lo cual el estadio de Arroyito fue confirmado como subsede del Mundial 78.


    Pero la memoria es olvido si no arde en el presente. Por eso es digna de destacar la figura de Kurt Lutman, un caso especial en el mundo del fútbol, tan reacio a vincularse con las causas sociales. Kurt fue uno de los tantos “jugadores-hinchas” que pasaron por el club. Cumplió su sueño de jugar en Primera y hasta de gritarle un gol al clásico rival (en la tanda de penales que le dio la victoria a Newell’s, tras el empate en el amistoso jugado en enero de 2000). Jugando en Reserva se dio otro gusto: festejar un gol mostrando una remera con una contundente frase: “Cárcel a Videla y a todos los milicos asesinos”. Lutman se había vinculado intensamente con la Agrupación H.I.J.O.S, tras la experiencia de marchar en Mendoza junto a las Madres de Plaza de Mayo. Otro gesto que lo pinta de cuerpo entero es el entredicho con el presidente Eduardo López, rechazando cobrar su sueldo si no lo hacía el resto de sus compañeros. El ya fallecido mandamás rojinegro, gobernó la institución de manera irregular durante 14 años. Esto generó que socios y socias se movilizaran acusándolo de dictador y generando entre 2007 y 2008 un movimiento inédito en el fútbol argentino, que derivó en la celebración de elecciones limpias y la posterior democratización del club.


    Al igual que ocurriera con los ex combatientes de Malvinas, Newell’s Old Boys fue pionero en reivindicar las consignas de Memoria, Verdad y Justicia. En 2014, el club -con el Patón Nahuel Guzmán a la cabeza- se sumó a la campaña "Necesito verte hoy", buscando recuperar a los nietos apropiados durante la dictadura. En 2016, se descubrió una placa en el ingreso a la popular del Palomar, en homenaje a los organismos de derechos humanos y a las víctimas del terrorismo de Estado. Al año siguiente, un grupo de artistas leprosos redobló la apuesta pintado un mural con la consigna “Ni olvido ni silencio”.

Marchando el 24 de Marzo de 2023.


Placa por los/as desaparecidos/as en la tribuna que da al palomar.

Carnet de Vicente Cosentini, expuesto en el Museo "José Antonio Terry" (Tilcara, Jujuy).



Bouvier, White, Toniolli, Moro, Gorosito, Cosentini, Tabares, Giordano, De Vincenzo, Manzur, Pérez.



Patón Guzmán y Kurt Lutman, compromiso con la memoria.


VIDEO TESTIMONIAL REALIZADO POP IDENTIDAD LEPROSA
(Click en la imagen).

Gracias a: Ana Moro, Noni Cerutti, Pecos Principiano, Maira Racciatti, Emi Toniolli y Ernesto Reynoso.