2.14.2017

Cuando Newell’s proyectó un estadio para 100.000 personas…

Proyecto del estadio de Newell's.

Hoy parece un despropósito, pero durante los años dorados del fútbol argentino Newell’s proyectó mudarse del Parque y construir un estadio con capacidad para 100.000 espectadores. El impulso que el club había tomado con la gestión de Vicente Pomponio, sumado a la flexible política crediticia del gobierno peronista y la ascendente movilidad social que repercutía en el aumento del consumo (incluidos los bienes culturales como el fútbol), hacían que el proyecto resultara ambicioso pero no descabellado.

En 1946 -mediante un crédito de la Nación- se compraban siete hectáreas en O. Lagos y Amenábar. Pero las posteriores disputas internas que derivaron en la renuncia de Pomponio, demoraron el proyecto de expansión. Finalmente en 1952, luego de un llamado a concurso en convenio con la Sociedad de Arquitectos, se declara vacante el primer puesto.     Pero en segundo lugar (con recomendación de ejecución de la obra) se consagra el proyecto de los arquitectos Eduardo Sarrailh y Odilia Suárez. El mismo incluía la construcción de un estadio de fútbol para 100.000 espectadores, un “pequeño” estadio cubierto para 10.000 personas y un country con diversas comodidades entre las que se encontraban una escuela y dependencias sanitarias. El Estadio, soterrado en su bandeja inferior, contaría con un moderno sistema de evacuación y estaría techado.Para aquel entonces, Newell’s se encontraba indudablemente al frente de las instituciones deportivas del interior del país, sosteniendo una ininterrumpida presencia en Primera, lo cual contrastaba con los dos descensos de su clásico rival. En 1943 había sido incorporado al Bloque de Clubes Grandes, liderando ininterrumpidamente las tablas recaudatorias en la ciudad y rompiendo periódicamente sus propios récords de público. Ese año se había alzado con el Torneo más importante del continente, la Copa de Oro Rioplatense, y tres años después con el Campeonato de Tercera División de AFA. En 1949/50 -tras la obtención de la Copa Escobar (AFA)- el rojinegro emprendía una fenomenal gira europea, volviendo a posicionarse a nivel internacional. Si el campeonato mayor de AFA se venía negando, en gran medida era por la espantosa labor de los árbitros, que tuvo como hecho luctuoso el linchamiento del soplapitos Osvaldo Cossio y la posterior contratación de referees ingleses para garantizar imparcialidad.
    1952 fue sin embargo el año de la recesión económica en el país. En 1955 se produce el golpe de estado que derroca al peronismo, profundizándose la crisis. A partir de allí, el fútbol argentino irá ingresando en un cono de sombras, que llegará a su punto más oscuro con la eliminación del Mundial 58, en lo que se conoció como “el desastre de Suecia”.
    La suerte ya estaba echada. Con la era del “fútbol espectáculo” a punto de comenzar, y el declive institucional y deportivo del club, el proyecto del nuevo estadio fue archivado definitivamente. El predio adquirido en 1946 fue finalmente vendido a la Municipalidad en 1971, pero eso ya es parte de otra historia…